20 julio 2011

TRES MISTERIOS Y UNA FLAUTA

I. MÚSICA PALEOLÍTICA
Desde hace más de un siglo, y especialmente en las últimas décadas, los arqueólogos se han lanzado a una ávida carrera por hallar las evidencias más antiguas de esa delicadeza que se presupone a quienes fueron capaces de hacer arte en la prehistoria. Una vez más, las cuevas alemanas de Hohle Fels, que constituyen una mina arqueológica sin parangón de la cultura auriñaciense, del paleolítico Superior, han aportado nuevas evidencias de que la música era ya una práctica común hace 35.000 años, poco después de que los humanos modernos procedentes de África colonizaran Europa.



Tras unas fructíferas excavaciones llevadas a cabo en 2008 en las cuevas del suroeste de Alemania, Nicholas J. Conard, de la Universidad de Tubinga, se está enfrentando a la detallada descripción e identificación de grandes tesoros artísticos del Auriñaciense.
En la revista británica Nature se publicaron los hallazgos de varias flautas en las mismas cuevas que se suman a la cada vez más amplia colección de instrumentos musicales, estatuillas y herramientas que han dado estos yacimientos. Las flautas aparecidas en esta región alemana son, de hecho, las evidencias convincentes más antiguas, anteriores a hace 30.000 años, de prácticas musicales humanas.
La cantidad de fragmentos y pequeñas piezas de instrumentos encontradas en la zona junto con restos de animales y herramientas dan cuenta de lo extendida que estaba la práctica musical en el Auriñaciense y de que la música cumplía funciones sociales diversas.
Al tratarse de una tradición ya arraigada hace 35.000 años, los arqueólogos concluyen que la música, como parte de otras expresiones artísticas y simbólicas de la época, contribuyó al mantenimiento de redes sociales más grandes y por lo tanto a la expansión territorial y demográfica de los humanos modernos en relación con las poblaciones de Neandertales, culturalmente más conservadores y demográficamente más aisladas.
Las flautas son una reliquia típica de ese periodo, pero lo que distingue al reciente descubrimiento de los anteriores es que una de ellas, hecha con el radio de un buitre leonado, ha sido reconstruida casi al completo a partir de 12 fragmentos. Es, hasta ahora, la reconstrucción más completa de las flautas halladas en estas cuevas, cuyas piezas suelen estar sueltas y sin conexión con otras.
La flauta reconstruida mide 21,8 centímetros de largo y unos 8 milímetros de diámetro. En ella se identifican cinco orificios para colocar los dedos sobre ellos, así como dos hendiduras en forma de “V” en el extremo superior del tubo, por donde los músicos probablemente soplaban. La otra punta de la flauta, el extremo inferior, permanece rota por la mitad del quinto agujero.
A falta de una réplica con la que estudiar mejor sus cualidades musicales, los investigadores han comparado esta flauta con otra hallada anteriormente en Geissenklösterle, ésta de tres orificios, que produce cuatro notas, más otras tres adicionales según cómo se sople. Dado que la flauta de tres agujeros produce un rango de notas comparable a muchos tipos de flauta modernos, se cree que la de Hohle Fels ofrece un rango de notas y posibilidades musicales comparables o incluso mayores.
Las flautas pertenecen a un yacimiento arqueológico muy estudiado de los albores del Paleolítico Superior, y los controles de termoluminiscencia y otros métodos indican que son anteriores a hace 35.000 años. Por su parte, la estratigrafía sugiere que podrían tener, incluso, 40.000 años de edad. Una edad nada desdeñable para la música humana.



II. LA ENGAÑADORA MÚSICA DE LAS SIRENAS HELÉNICAS
Según la leyenda, las sirenas habían sido compañeras de Perséfone antes de ser raptadas por Hades, como no consiguieron salvarla, la diosa las transformó como castigo en estas extrañas criaturas. El canto de las sirenas anunciaban de forma engañosa los placeres del mundo subterráneo, pero también, tenían poderes proféticos.
Las sirenas vivían en la isla de Artemisa, en donde yacían los huesos de los marineros que habían sido atraídos por sus deliciosos cantos. Jasón y los Argonautas antes que Odiseo habían sobrevivido al canto de las sirenas, pero porque Orfeo, el bardo, ahogó el canto con su lira. De igual manera, Odiseo, hombre de gran imaginación, cuando se iban acercando a la isla temida, por consejo de Circe, ordenó a sus hombres que se taparan los oídos con cera, y él que no podía con la curiosidad de escucharlas, se hizo amarrar al mástil, con orden de que pasara lo que pasara, no lo desataran.
Al escuchar los cantos de las sirenas quiso soltarse pero sus compañeros no se lo permitieron. Cuenta la leyenda, que las sirenas devastadas por su fracaso, se lanzaron al mar y murieron ahogadas.
Las sirenas de la mitología homérica eran tres hermanas, hijas del río Aqueloo y la musa Calíope: Lidia tocaba la flauta, Parténope, la lira y Leucosia leía y cantaba versos.

III. EL FLAUTISTA DE HAMELIN
El flautista de Hamelín es leyenda documentada por los hermanos Grimm, que cuenta la historia de una misteriosa desgracia acaecida en la ciudad de Hameln en Alemania, el 26 de junio de 1284.
En el año 1284 el pueblo de Hamelin estaba infestado de roedores y apareció allí un hombre extraño con ropas muy coloridas quien por una suma de dinero acordada libera al pueblo de la peste. Los ciudadanos consintieron y el hombre sacó una flauta de su bolsillo y tocó una melodía. Inmediatamente vinieron los ratones y ratas de todas las casas y se reunieron alrededor de él. Cuando ya no quedaba ningún animal en las casas, salió de la ciudad, se dirigió hacia la Weser y entonces se metió en el río y las ratas le siguieron y se ahogaron. Los ciudadanos viéndose liberados de esta plaga se arrepintieron de la recompensa prometida y se la negaron al hombre.
Aquel se fue guardando rencor contra la ciudad. El 26 de junio, volvió a Hamelin disfrazado de cazador con mala pinta llevando un sombrero rojo y extraño. Hizo sonar otra vez la flauta en los callejones mientras que todo el mundo estaba reunido en la iglesia. Esta vez, no fueron los ratones y ratas que acudieron sino niños, chicos y chicas, de cuatro años y más. El flautista les condujo tocando por la puerta del este hacia un monte en el cual desapareció con ellos para siempre. Sólo dos niños volvieron por haberse retardado; pero uno de ellos, siendo ciego, no podía mostrar el sitio, y el otro era mudo así que no podía contar nada. Unos dicen que los niños han sido conducidos en una caverna y que han salido de allí en Transilvania. En todo, fueron 130 niños que perecieron.
Muchas fueron las teorías que trataron de explicar a lo largo de los años la desaparición de los niños de Hamelin. Se esgrimieron terremotos, epidemias y hasta cruzadas Pero si bien arqueólogos e historiadores han puesto un poco de luz sobre el asunto, aún hay pocas pruebas y muchas especulaciones como para asegurar lo que realmente ocurrió con los niños.
Un dato cierto es que el flautista se convirtió en cazador de ratas en el siglo XVI, es decir que las primeras versiones de esta leyenda no hacían mención a las habilidades del flautista para "cazar" ratas. La historia original contaba que un 26 de junio de 1284, un flautista vestido en ropa multicolor, se llevó a 130 niños nacidos en Hamelin y fueron vistos por última vez en el Calvario, en la colina Koppen a las afueras de la ciudad. Por lo tanto las versiones por nosotros conocidas son una mezcla del hecho real o histórico ocurrido en Hamelin (la desaparición de 130 niños) más las leyendas europeas y orientales de los cazadores de ratas.
Una posible interpretación es que los niños fueron llevados a través de una cueva para salir en algún lugar en Europa del este. Una suerte de migración, que efectivamente existió durante los siglos XIII y XV entre parte de la actual Alemania y la zona del Báltico.
El historiador Wolfgang Wann explica que en la Edad Media, cuando se deseaba conquistar algún territorio de Europa del este se contrataban a "localizadores". Este era el encargado de buscar jóvenes colonos para fundar un nuevo pueblo. De este modo puede que nuestro flautista haya sido uno de los muchos Localizadores que llevó "gente joven" a algún lugar en la zona de Moravia. Como evidencia de esto, docenas de nombres de pueblos de la actual Alemania se repiten en esas "nuevas tierras"
R. Browning termina su versión así: "Me olvidaba de mencionar que en Transilvania hay una tribu de gente muy especial que asegura que las ropas tan extrañas que usa, y que tanto llaman la atención de sus vecinos, son una herencia de sus antepasados, surgidos de una prisión subterránea en la que se los había sepultado hacía largo tiempo después de haberlos arrebatado del pueblito de Hamelin, en el condado de Brunswick, sin que supieran decir cómo o por qué."
Las explicaciones “históricas” de la historia pueden ser agrupadas en cuatro categorías:
1) Los niños fueron víctimas de algún tipo accidente por el cual se ahogaron en el río Weser o fueron enterrados por algún deslizamiento de tierra;
2) algunos niños fueron víctimas de alguna enfermedad, quizá la peste, por lo que fueron conducidos fuera del pueblo para proteger a los demás habitantes;
3) los niños dejaron el pueblo para tomar parte en alguna peregrinación, cruzada o una campaña militar, pero nunca regresaron con sus padres. De acuerdo con recientes investigaciones, se ha encontrado que existieron dos movimientos de gente llamados “cruzada infantil” en 1212 en Alemania y Francia, cuya similitud pudieron inspirar a los cronistas para elaborar el mito.
En el primer movimiento, Nicolás, un pastor de Alemania, condujo a un grupo a través de los Alpes hasta Italia a principios de primavera. Alrededor de 7.000 hombres llegaron a Génova en agosto. Sin embargo, sus planes no fructificaron, pues las aguas no se abrieron a su paso, y la comitiva se desbandó. Algunos emprendieron el camino de vuelta a casa, otros fueron a Roma, y los restantes pudieron haber seguido el curso del Ródano hasta Marsella, donde fueron probablemente vendidos como esclavos. Pocos llegaron a sus casas, y ninguno llegó a la Tierra Santa;
4) los niños abandonaron voluntariamente Hamelín para colonizar partes de Europa Oriental. Numerosos poblados fueron fundados en esta época en el este de Europa por colonos de origen alemán.
Fuentes:
http://www.hameln.com/tourism/piedpiper/index.htm
http://www.725-jahre-rattenfaenger.de/eng/The-legend