Apenas a 100 kilómetros de Barcelona, en Cardona, donde hay un castillo con una leyenda bien conocida en la zona, y además con un fantasma.
Hoy forma parte de la red de Paradores Nacionales, que nos han abierto sus puertas para realizar esta investigación. La habitación 712 se encuentra en la planta 7 del laberíntico castillo. Es de las más pequeñas, pero tiene de las mejores vistas de todo el establecimiento, tiene algo especial.
Se trata de un caso curioso, ya que hace un tiempo sería inconcebible que una organización como Paradores hablara abiertamente del misterio relacionado con sus instalaciones. Lo habitual ha sido encontrarse con la cerrazón de hoteles y establecimientos sobre los que corrían leyendas de todo tipo.
El castillo del Parador de Cardona existe desde el siglo IX y ocupa la cima de un cerro que tiene 154 metros de altura, en la población minera de Cardona, en Barcelona El castillo fue el hogar de los duques de Cardona. Construido en el 886 por Wilfredo el Velloso. En 1714 claudicó después de que las tropas de Felipe V destruyeran sus murallas.
En el año 1976 se tomó la decisión de reconstruirlo para convertirlo en un parador nacional. Como si de una película de terror se tratara, varios trabajadores empezaron a informar de la presencia de un fantasma o ente sobrenatural que los llenaba de miedo. Algunos mencionaron otros fenómenos como ruidos extraños, voces, y golpes, siempre en la habitación 712.
Otros vieron a una bella doncella salir por las noches y lamentarse entre sollozos de alguna desgracia, vestida con ropas medievales, acompañada en ocasiones de un caballero. Tal es el convencimiento incluso de los que allí trabajan, que estos tienen permiso expreso de la dirección del hotel para subir siempre en compañía y nunca hacerlo solos.
Uno de los eventos más renombrados fue atestiguado por un ex gerente del parador y unas empleadas de limpieza. Cierta tarde las mujeres subieron a la planta 7 para limpiar las habitaciones, por costumbre las mujeres tocan en todas las puertas aunque los inquilinos ya las habían desalojado; al llegar a la 712 a su llamado una voz ronca les responde “Espere”, a los segundos las camareras cayeron en la cuenta de que esta habitación no debía estar ocupada. Nuevamente tocan para corroborar que allí había alguien y la voz repite “Espere”. Por lo extraño de la situación preguntan en recepción si alguien se hospedaba en la 712 y naturalmente les responden que la misma no había sido ocupada por nadie. Tratan luego abrir la puerta con la llave maestra y les es imposible, al rato de intentarlo consiguen sin esfuerzo abrir la puerta e ingresan con cierto recelo.
Dentro estaban las camas hechas, todo en su lugar a excepción del cuarto de baño, allí había una llave abierta, una toalla húmeda y un par de pisadas frente al lavabo como si alguien hubiera estado lavándose. No había forma de que alguien estuviera dentro del cuarto ni que nadie hubiera salido sin ser visto, todo el piso estaba vacío y los testigos no se movieron del lugar hasta que pudieron abrir la habitación 712.
En el siguiente link puedes escuchar el testimonio de Torcuato, que con su esposa Paquita, pasaron una noche inolvidable en la habitación 712 del Parador de Cardona, tomado del programa Espacio en Blanco, del 15 de enero de 2011.