08 mayo 2020

EL SACERDOTE AL QUE LOS MUERTOS DETUVIERON EN EL CEMENTERIO


EXEMPLA[1]

XXXVII.  DE SACERDOTE, QUEM MORTUI IN COEMETERIO DETINUERUNT
Legitur etiam in annulo cap. CXXII. Quidam sacerdos frequenter transibat per coemiterium et nichil pro mortuis orabat. Cum autem quadam die transiret, quidam mortuus extendit manum de tumulo et rapuit eum per pedem. At ille valde timens clamavit et surrexerunt vicini et non potuerunt eum liberare.
Facto die venit episcopus cum clero et rogaverunt Dominum, ut manifestaret, quare sacerdos detineretur. Et adiurat episcopus mortuum, quare sic sacerdotem detineret.
Qui dixit voluntate divina esse gestum. Et ulterius ait: «Sacerdos iste frequenter transit super nos et nichil orat pro nobis et tota die comedit elemosynas pro nobis oblatas.»

Tunc sacerdos mandato episcopi promisit, quod de cetero non transiret per coemiterium, nisi oraret pro mortuis. Quod cum fecisset, statim liberatus.



versión al español
EJEMPLOS
Los  "exempla" o ejemplos, son relatos de corte moralizante que apelan a acontecimientos sobrenaturales, prodigiosos, y que muchas veces emplean  el recurso al horror y a provocar miedo en el oyente o en el lector para hacerle reflexionar y cambiar su conducta.



XXXVII. SOBRE EL SACERDOTE, AL QUE LOS MUERTOS DETUVIERON EN EL CEMENTERIO
También se lee en el anuario, capítulo CXXII que cierto sacerdote frecuentemente atravesaba por entre el cementerio y nunca oraba por los difuntos. Pero un día, cuando atravesaba, un muerto extendió la mano desde su tumba y lo atrapó por un pie. Mas aquel, con mucho temor gritó y los vecinos se levantaron y no pudieron liberarlo.
Al hacerse de día llegó el obispo con el clero y rogaron al Señor, para que manifestara, por qué razón el sacerdote había sido detenido. Y conjura el obispo al muerto, cuál era la razón para que detuviese al sacerdote.
Aquel dijo actuar por voluntad divina. Y después declaró: «Este sacerdote frecuentemente nos pasa por encima, y nunca ora por nosotros, y durante todo el día dilapida las limosnas ofrecidas en favor nuestro

Entonces el sacerdote, prometió, por orden del obispo, que en adelante no atravesaría por entre el cementerio, a no ser que orase por los muertos. Habiéndolo hecho, al punto fue liberado. 




[1] KLAPPER, Joseph (1911): Exempla aus Handschriften des Mittelalters, Heidelberg: Carl Winter's Universitätsbuchhandlung, p. 32.