4) BURGER BOY Y KENTUCKY FRIED CHICKEN
En los ahora lejanos años 80s existía una franquicia de hamburguesas llamada Burger Boy, y sus hamburguesas se llamaban “brontodobles” y “dinotriples”. A fines de los 80s empezó a circular la historia que a un cliente se le había atorado entre los dientes un trocito de hueso que venía en la carne. Cuando el dentista le quitó el trocito de hueso de entre los dientes, resultó que le huesito era en realidad un diente de ratón, y esto había provocado la intervención de las autoridades, que clausuraron la franquicia porque las hamburguesas eran de carne de rata.
En la misma tónica, dicen algunas leyendas urbanas que lo que te dan en el KFC son en realidad pollos modificados genéticamente y que no tienen cabeza. Quimeras creadas en el laboratorio que son simplemente trozos de carne vivientes que hay que engordar. Y por este motivo la marca de esta cadena de restaurantes ya no es es pues obligaron a cambiar el nombre porque lo que se sirve no es realmente pollo, sino algo parecido. Concretamente, se trata de pollo modificado genéticamente.
3) JERINGAS EN EL CINE
Esta es una de las favoritas de los correos electrónicos en cadena: “Por favor revisen su silla cuando van al cine. Un incidente ocurrió cuando una amiga de un trabajador, fue al cine y se sentó en una silla, ella sintió que algo la estaba pinchando. Se levantó para ver que había sido y vio una aguja con una nota adjunta que decía: "Bienvenida al mundo real, ya eres VIH positivo". Efectivamente, al ir al doctor le hicieron un análisis a la aguja y resulto VIH positivo.
Para que el virus se refleje en un examen de sangre puede ser necesario que pasen hasta seis meses después de ser infectado. La mayoría de nosotros nos sentamos sin mirar el asiento. Por favor revise su asiento. La forma más segura de hacerlo no es palpando con su mano para ver si siente la aguja, al menos mueva el asiento varias veces para ver si hay algo”.
2) EL DIABLO EN EL BAILE
Una noche llegó al baile en el Fiesta Rodeo un hombre muy bien parecido. Todas las mujeres pensaban que estaba bien guapo y querían bailar con él. El galán fue y escogió a una muchacha y estuvieron bailando mucho rato. Luego él montó el toro mecánico, y en una de las vueltas, una bota se le salió y pudieron ver que tenía una pata de cabra en lugar del pie. Era el diablo.
El hombre desapareció riendo macabramente. La chica con la que bailó tuvo que ser llevada al hospital porque tenía las manos del diablo marcadas, como quemaduras en su cuerpo donde la había sujetado al bailar.
1) EL CLOROFORMADO
Un estudiante de licenciatura que vive en el internado de la universidad. En una ocasión va a visitar al médico pues ha ido desarrollando, paulatinamente, un dolor que sube desde su coxis hasta la espalda baja.
El médico le explica que el dolor se debe a las relaciones sexuales anales que mantiene. El joven vuelve al internado y aguarda despierto la llegada de su compañero. este, creyéndolo dormido, intenta dejarlo fuera poniéndole un trapo con cloroformo en la nariz y boca.
Alertado el joven, se levanta y manda al hospital a su violador al golpeearlo con un bate de beisbol.