Demolida la primitiva catedral de México, ubicada frente al actual Monte de Piedad en el siglo XVII, la nueva sacristía fue utilizada como Catedral.
Sin embargo, como la sacristía quedaba muy elevada sobre el nivel de la calle, se construyeron unas escalerillas de madera para acceder a ella, por lo que la gente comenzó a llamar a esta calle como la “Calle de las Escalerillas”.
Precisamente, a espaldas de la Catedral Metropolitana, en la antigua calle de las Escalerillas llamada hoy en día República de Guatemala, se ubica la “Capilla de las Ánimas”. Esta pequeña y austera Capilla fue construida en 1721 sobre lo que había sido un antiguo panteón. Fue usada durante mucho tiempo como osario y posteriormente abierta al culto religioso.
En su fachada lateral que ve hacia la calle Rep. de Guatemala, sobresale un bello relieve de cantera que representa un ánima en medio de las llamas del purgatorio. La estampa que todavía conserva restos de su colorido original, muestra a un ánima sola, desamparada, piadosa, llena de dolor, condenada a pagar en medio de las llamas del purgatorio por sus pecados no redimidos en vida en este mundo. El Ánima Sola es una creencia que está todavía muy arraigada en la religiosidad popular. Su devoción data desde los primeros colonizadores. La representan, normalmente, como una mujer que padece tormentos en el purgatorio y recorre los caminos con las manos atadas con cadenas.
Los habitantes de la Nueva España eran muy creyentes y temerosos del Purgatorio y la presencia de esta estampa cumplía con una doble misión: recordar a todos los fieles una dramática realidad celestial a la que todos los católicos son futuros candidatos sin excepción y pedirle a todo aquel que pasaba frente al relieve del Ánima a que ofreciera sufragios y oraciones por la salvación eterna de todas aquellas almas que aún estaban en ese “lugar de purificación”, esperando la tan ansiada partida al Cielo.
Se supone que tan devota actitud a favor de la salvación de las Ánimas del Purgatorio es recompensada muy favorablemente por Dios al momento de morir y traspasar el umbral de esta vida terrenal. Para la iglesia católica, la permanencia en el purgatorio es transitoria y comprende el estado de purificación necesaria para aquellos que, habiendo muerto en gracia de Dios y teniendo segura su salvación, necesitan mayor purificación para llegar a la santidad necesaria para entrar en el cielo con la esperanza de encontrarse algún día cara a cara con Dios.
Los pequeños detalles como la “Estampa del Ánima”, además, de enriquecer y embellecer las calles del Centro Histórico, son testimonios importantes de la forma de ser, pensar y actuar de los antiguos pobladores y nos permiten entender su comportamiento cotidiano.
Pero además de la devoción y del elemento histórico, existen leyendas sobre el ánima sola...
La leyenda que corre de boca en boca no se parece en nada a la citada en la Sagrada Escritura en relación con la "sed de Cristo". Dicen que en Jerusalén tenían mujeres destinadas a darles de beber a los que sacrificaban en la cruz. La tarde del Viernes Santo le tocó subir al Calvario a una joven: Celestina Abnegada. Del ánfora dio a beber a Dimas y a Gestas, los dos ladrones que acompañaban a Jesús. Al Salvador lo despreció y por eso Él la condenó a sufrir la sed y el calor constante de las llamas del Purgatorio.
Una variante de la misma leyenda dice que Celestina Abnegada, está condenada a sufrir la pena de una inmensa soledad hasta el fin de los siglos, porque perteneciendo a las mujeres piadosas de Jerusalén que tenían por oficio asistir a los condenados, sucedió que en la tarde del viernes Santo, subir al Calvario con un cántaro de agua refrescante para darles de beber a los mártires del patíbulo y de esta bebida les dio a Dimas y Gestas, pero por temor a los judíos no quiso darle de beber a Jesús y fue condenada a andar errante en el mundo.
No es de extrañar que la leyenda en torno a este espíritu sea tan imprecisa como la forma en la que es invocada. Es conocido que el ánima sola es invocada tanto para el bien como para el mal.
Existen devotos de las ánimas del purgatorio y en especial de ella, por quien rezan y encienden luces para disminuir sus penas y con esto esperan algunos beneficios. Otros en cambio, la invocan con oraciones satánicas con el fin de, amarrar a una persona o perjudicarle. Este aspecto ambivalente del ánima viene por su baja luz, por lo cual actúa combinándose con la magia blanca o negra.
Se cuenta que quienes piden al ánima sola un favor deben pagar su promesa al pie de la letra, tal cual lo ofrecieron si concedía la petición, ya que ella puede ” vengarse ” de quien le deba un pago.
El ánima sola no es una santa consagrada por la iglesia, pero por su intercesión se puede orar y alcanzar muchos beneficios de lo alto, palpable en grandes milagros obtenidos mediante su invocación, sin alterar en nada su fe católica instituida por Jesucristo y legada por nuestros mayores.
En América del Sur, se cuenta que este es uno de los más espeluznante espantos del que se tenga noticias, tiene como finalidad el hacer daño por efecto psíquico u otros medios de manipulación de terceros. El Anima Sola se presenta en forma de mujer de largos cabellos y atractivo rostro y tiene la finalidad de cobrar las velas de las Animas Benditas, pues en estos pueblos la gente acostumbra a pedir favores a las Ánimas y estas casi siempre le conceden los favores a cambio de que se tengan prendidas cierta cantidad de velas durante un tiempo antes prometido, de no cumplirse con esta contra prestación de los devotos, hace su entrada el Anima Sola; para recordar la deuda de una manera tenebrosa.
En Guatire, sector las Flores del Ingenio, Venezuela, se cuenta que una señora devota de las ánimas, en una ocasión olvidó prender la prometida vela a pago de favores de éstas, esa noche tocaron a su puerta y resultó ser una amiga de la cual tenía tiempo no veía, para su desdicha e ingenuidad la invitó a pasar, al momento y una vez dentro la visita se convirtió en un celaje que recorrió -cual inmensa sombra negra- toda la sala, tomando a su víctima por los cabellos en repetidas ocasiones causándole grandes moretones, la señora aterrada se arrastró como pudo hasta el altar y prendió temblorosa un cabito de vela a la vez que pedía perdón por el olvidó, al momento la gran sombra abandonó la casa; dejando privada a la olvidadiza señora, quien desde entonces prende a diario gran cantidad de velas, aunque no haya nuca más pedido un favor ni dejado pasar a su casa visita alguna.
Puedes escuchar otro relato sobre el Ánima Sola, de Colombia, en el siguiente enlace de Radioteca: