25 abril 2010

LA MISTERIOSA SÍNDONE DE TURÍN

El día 10 de abril, en la ciudad de Turín, se inició la exposición de la Sábana Santa, el manto que según la tradición cubrió el cuerpo del Señor Jesús tras su muerte. La exposición se realiza en la Catedral de Turín, y durará hasta el próximo 23 de mayo, cuando oficialmente se había anunciado que, tras el año 2000, sería hasta el 2025 la próxima ostensión.

Según recuerda hoy una nota del Vatican Information Service, el sudario es una pieza de lino tejida en forma de espina de pescado que mide 4,37 metros de largo y 1,11 de ancho. En ella está impresa la imagen frontal y dorsal de un hombre; tiene también manchas de color rosa, debidas a la presencia de sangre. Son visibles además dos series de manchas oscuras debidas al incendio de la capilla que contenía la Sábana en el siglo XVI, junto con las huellas del agua empleada para apagarlo. Menos evidentes son las huellas transversales correspondientes a las arrugas de la tela que, antes de su viaje final a Turín en 1578, estaba custodiada en un relicario y doblada en 48 pliegues.

El hombre de la imagen mide 1,80, tenía el pelo largo, barba y bigote. Los ojos están cerrados, los brazos cruzados y el cuerpo muestra señales de tortura.

En el sitio www.sindone.org se recogen los textos y las informaciones relativas a todos los aspectos de la organización de la ostensión.

Del griego sindon, sábana, es una pieza de tela, que puede ser usada como lienzo fúnebre. El sudario de Turín es un lienzo de lino rectangular, de 436 cm de largo y 110cm. de ancho, y tejido a espina de pescado. Sobre un mismo lado de la tela son impresas las huellas frontales y dorsales de un hombre muerto después de haber sido crucificado.

Hay testimonios históricos que sitúan a la Sábana Santa en Lirey Francia a mediados del siglo XIV. En 1389 el obispo de Troyes, Pierre d´Arcis, escribió declarando el sudario un fraude. La Iglesia no se había pronunciado oficialmente. El pueblo, sin embargo, continuó visitándolo con gran veneración. La trayectoria de la Sábana Santa desde esa época está bien documentada y sin mas interrupciones.

En 1453 la Sábana Santa fue cedida al ducado de Saboya en Chambéry, Francia. En el año 1506, el Papa otorgó a la Sábana Santa una fiesta especial , aprobando una liturgia para la Santa Misa y el Oficio Divino. En el año1532, sufrió un fuego que le dejó marcas permanentes pero milagrosamente no se llegó a perder. Las hermanas Clarisas pusieron parches en las quemaduras en 1534. Al mismo tiempo se guarda el sudario entre dos paños de tela del mismo tamaño para protegerlo. Dos años mas tarde se descubre que ambos recibieron milagrosamente la imagen del original.

Los Saboya, al trasladar su capital a Turín en 1578, llevaron allí la Sábana Santa. Desde el año 1694, es custodiada (aparte de breves interrupciones) en la capilla que Guarino Gaurini construyó entre la Catedral y Palacio Real de Turín.

1898 – Es tomada la primera fotografía por el abogado Secondo Pia entre el 25 y el 28 Mayo. Se inician los estudios científicos.

Desde 1983, la Sábana Santa es propiedad de la Santa Sede, dejada en herencia por Humberto II de Saboya al Papa.

En 1997 la Sábana otra vez escapa un incendio, esta vez, en la Catedral de Turín. El bombero Mario Trematore pudo quebrar con un hacha el vidrio antibalas que protegía el Santo Lienzo y así, rescatarlo. ¿Como pudo romper el vidrio antibalas con un hacha? Mas tarde el bombero, que no era creyente, explicó que lo pudo hacer porque recibió una fuerza especial de lo alto.




¿Dónde estaba la Sábana Santa antes del siglo XIV? Según el evangelio de Juan 20,5-8, "Se inclinó (Juan) y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte". Hay entonces dos sudarios: el grande que cubría el cuerpo y otro que se pondría sobre este y en el area de la cabeza. Este segundo se encuentra según la tradición en la Catedral de Oviedo (imagen de la derecha).


El Mandilón de Constantinopla es el icono ruso que representa el descubrimiento en el
siglo VI del sudario de Edessa (Turquía). Muchos historiadores han relacionado la Santa Sábana con una famosa tela llamada "Mandilón" que presentaba la faz de Jesucristo que se veneraba en Edessa. Aquella milagrosa tela solo presentaba la faz porque el resto se escondía al estar la tela plegada. En el año 944 el Mandilón fue transferido a Constantinopla, capital del imperio bizantino. Existen referencias sobre la presencia del lienzo fúnebre de Jesucristo en esa ciudad.

Los cruzados, quienes tenían como objetivo liberar de la invasión musulmana a los lugares santos, fueron culpables del saqueo de la cristiana Constantinopla. El cruzado Roberto de Cari escribió que en agosto, del año 1203 que había visto el lienzo con la imagen del cuerpo de Jesucristo, que había desaparecido tras el saqueo de la ciudad.

Muy posiblemente en Constantinopla el Santo Lienzo sirvió de modelo para la iconografía de Cristo. Esto explicaría el gran parecido que hay entre los antiguos iconos de Cristo y la Sábana Santa. Esos iconos, a su vez, sirvieron de modelo para las posteriores imágenes de Cristo. Por eso en la actualidad tenemos un sentido general de como es el rostro de Jesucristo.

¿Cómo llegó a Francia? Hay dos teorías. Una, que fueron los Templarios. Los Templarios guardaban secretamente las reliquias solo para los iniciados entre ellos y por eso no sería raro que la Sábana Santa "desapareciera". La segunda teoría propone que la Sábana Santas pasó por Grecia donde habían comunidades latinas relacionadas con Charny la llevaron a esa ciudad.

Estudios científicos
Estudios contrarios a la autenticidad: La prueba de Carbono 14
El carbono 14 es inestable y se descompone con el tiempo. Al medir la cantidad restante en una fibra, los científicos buscan descubrir su edad.

Tras las pruebas de Carbono 14, realizadas con el Santo Sudario en el año 1988 por laboratorios de Oxford, Tucson, y Zurig, los investigadores anunciaron que la reliquia es un lienzo medieval cuya fecha se encuadra entre 1260 y 1390. Los resultados fueron hechos públicos por el ex arzobispo de Turín, el cardenal Ballestero el 13 de octubre, de 1988.

«No toca a la Iglesia -subraya el cardenal de Turín Giovanni Saldarini,- rebatir el resultado de los exámenes efectuados con el método del Carbono 14. Las cuestiones que suscita el lienzo sobre el plano de la investigación, siguen siendo competencia de la ciencia».

Sin embargo, nuevos estudios científicos han puesto en duda la validez de estas pruebas de carbono 14. El químico Alan Adler, profesor emeritus de Western Conneticut State University dice que la tela que se tomó para las pruebas viene de una porción del Santo Sudario que tiene marcas de agua y quemaduras. Contiene además reparaciones que la hacen diferente al resto del Sudario. El científico ruso Dimitri Kouznetsov y el físico John Jackson sugieren que el perfil de carbono de la tela fue afectado por el fuego de 1532.

La organización científica dedicada a investigar el sudario de Turín, "American Shroud of Turin Association for Research" (AMSTAR), anunció que la prueba de Carbón 14 del año 1988 no fue hecha en la tela original del sudario sino en en un parche del mismo, indicando por tanto una fecha erronea de la edad del sudario. "Ahora evidencia conclusiva, recogida en los últimos dos años, prueba que la muestra utilizada para calcular la edad del Sudario fue en realidad tomada de un parche re-cosido expertamente." dice el Presidente de AMSTAR, Tom D'Muhala. "Prueba química demuestra que el lino del Sudario es en realidad muy viejo -- mucho mas viejo que la fecha del radio carbono publicada en 1988"

"Aunque parece poco posible, la muestra utilizada para la prueba de la edad del Sudario de Turín en 1988 fue tomada de un area re-cosida del Sudario" reporta el químico Raymond Rogers, del Laboratorio Nacional de Los Alamos en New Mexico, USA. Los descubrimientos de Rogers estan publicados en el número corriente de Thermochimica Acta, revista científica de química.

"Los resultados de "Pyrolysis-mass-spectrometry" de la muestra, unidos a observaciones microscópicas y microquímicas, demuestran que la muestra de radiocarbono no fue parte de la tela original del Sudario de Turin que esta en la actualidad en la Catedral de Turín, en Italia" dice Rogers.


La Sorpresa de la Fotografía.
El 28 de mayo de 1898, Secondo Pía, al hacer las primeras fotografías de la Sábana Santa tuvo una gran sorpresa en el cuarto oscuro: La imagen en negativo apareció majestuosamente como una imagen en positivo con extraordinaria claridad y detalle. Así se dio cuenta de que la imagen representada en la tela constituye un auténtico negativo. Es evidente que un plagio medieval no podía prever la fotografía. Simplemente no se conoce en la historia de la iconografía anterior al siglo XX, de ningún otro caso una imagen que sea un negativo.



Expertos de la NASA en 1977, utilizando un ordenador descubrieron que la imagen tiene propiedades tridimensionales, que no pertenecen ni a las pinturas ni a las fotografías.

En 1978, el biólogo y criminólogo suizo Max Frei Sulzer del Centro Internacional de Sindonología, tomó muestras del polvo del Sábana. y pudo comprobar la existencia de polen de flores de Palestina. También se ha encontrado áloe y mirra como la que utilizaban en el medio oriente los judíos para preparar los cadáveres. El falsificador medieval hubiera tenido que adelantarse a la invención del microscopio para añadir elementos invisibles al ojo humano: polen, tierra, suero, aromas para la sepultura...

Sobre los ojos hay huellas de monedas acuñadas en el año 29 D.C. bajo Poncio Pilato., leptones. Esto corresponde a la costumbre de la época de Jesús de poner las monedas para mantener los párpados cerrados. Fueron descubiertas en 1954 y en 1978 reconocidas en mayor detalle.Aunque hoy día se duda de la veracidad de esto dadas las circunstancias de conflicto entre judíos y romanos del siglo I.
Los análisis de las huellas de sangre, hechos en el 1978 por Pierluigi Baima Bollone y otros, han indicado la presencia de sangre humana, del tipo AB. Estudios del grupo STURP uso espectroscopia , florescencia de rayos x y rayos ultravioletas, termografía y radiografía y otros mecanismos sofisticados para comprobar la presencia de la sangre.

"La sangre es sangre de un hombre que padeció una muerte traumática" asegura el químico Alan Adler quien además asegura que tanto los análisis químicos como la florescencia amarillo-verdosa visible bajo luz fluorescente, indican la presencia de flujos de sangre. Esta sustancia era desconocida hasta el siglo XX, por lo que no puede ser la obra de un artista medieval. Adler piensa que la imagen fue producida por algún proceso de radiación.

La Imagen: No existen indicios del uso de brochas en la imagen. No se utilizó ninguno de los métodos artísticos conocidos para hacer la imagen. La imagen tiene solo una fibra de profundidad.

El mismo grupo de científicos de STURP, comprobaron la absoluta ausencia de pigmentos, tintas u otros medios de pintura en la Sábana Santa. No hay imagen del cuerpo bajo las manchas de sangre. Por lo tanto, la imagen se formó después de las manchas de sangre. La imagen del cuerpo del Hombre de la Sábana no está hecha manualmente: no es una pintura, ni una quemadura (las quemaduras existentes no son parte de la imagen sino que fueron causadas por un incendio en 1532). El origen de la misma es un enigma científico que todavía no se ha resuelto. No se conocen los mecanismos físico-químicos que han producido esta oxidación y deshidratación de las fibras más superficiales del tejido. Sobre la Sábana no hay huellas de pigmentos colorantes. La imagen es el resultado de deshidratación y oxidación de la celulosa contenida en las fibras en la superficie de la tela. Pero como se formó es aun un misterio.

Desde el campo de la medicina: La imagen que aparece en negativo permite un minucioso estudios anatómico y de las diferentes heridas que aparecen en le cuerpo. El primer cirujano que comprobó la absoluta exactitud anatómica de esas heridas fue el profesor de Anatomía Comparada de la Sorbona, Yves Delage, de la Academia de Ciencias de París. Este profesor era agnóstico, sin embargo no le quedó la menor duda de que solo un hombre que hubiera padecido los tormentos físicos de Jesús podría haber dejado tales huellas.

Una multitud de médicos han podido confirmar los hallazgos del Doctor Delage. Pierre Barbet (cirujano del Hospital de S. José de París), Giovanni Judica Cordiglia (profesor de Medicina Legal de la universidad de Milán), Dr. Roberto Bucklin (medico forense, patólogo del Hospital de los Angeles, California), el Dr. Rudolf W: Hynek (de la Academia de medicina de Praga)... todos coinciden en afirmar que la representación de las heridas es anatómicamente perfecta y con detalles desconocidos en la Edad Media. Por ejemplo, el halo de suero alrededor de las manchas de sangre -no visible a simple vista; salpicaduras y sinuosidades de los regueros sanguíneos, el hinchazón del abdomen -típico de la asfixia- etc...

La Sábana Santa revela datos desconocidos en tiempos medievales. En el siglo XIV, la iconografía tenía un ínfimo desarrollo del realismo anatómico. Además todas las imágenes de la época demuestran que se desconocían los elementos históricos y arqueológicos sobre la flagelación y la crucifixión según se hacía en el siglo I. Sin embargo se ha podido demostrar que el Sábana Santa no sigue la iconografía medieval sino que muestra estos elementos con suma precisión tal como corresponden al tiempo de Cristo.

Por ejemplo, que Cristo no cargó con toda la cruz, sino sólo con el madero horizontal («patibulum») y que no lo clavaron por las palmas y sino por las muñecas. Estudios han demostrado que un cuerpo colgado por las palmas se desgarraría mientras que uno clavado por las muñecas se sostiene. Mientras que en tiempos medievales representaban la corona de espinas en forma de aro horizontal sobre la frente, la Sábana Santa revela que las espinas fueron impuestas en forma de casco.

Para lograr una semblanza perfecta, como la impresa en el lienzo, en caso de que la Sábana Santa fuera medieval, se requeriría que se martirizara a una víctima, la sometiera en vida a setecientas heridas y que una vez muerta, le traspasaran el corazón con una lanza.

Pero además se requeriría que la víctima tuviera un rostro perfectamente afín con las decenas de iconos de Cristo difundidos en el arte bizantino desde el siglo VI. La afinidad del rostro de la Sábana Santa y los antiguos iconos ha sido documentada por Giovanni Tamburelli en el año 1989, quien encontró muchos puntos de congruencia de tal manera que habría que pensar que la faz del lienzo fue el prototipo para la iconografía cristiana primitiva (en cuanto a las características del rostro. Ya hemos visto que no pudieron copiar los detalles anatómicos).

El tejido del lienzo, envolvió un auténtico cadáver durante un período de 30 a 36 horas, como lo demuestran las setecientas heridas pequeñas y grandes calcadas sobre el lino por contacto. Exámenes minuciosos conducidos por médicos han asegurado además que se trata de una perfecta imagen de un cuerpo humano, torturado por la corona de espinas, azotes, la cruz, traspasado por la lanza... Los efectos naturales de esos tormentos sobre un cuerpo humano están claramente manifiestos de tal forma que sería imposible de imitar y menos sin las técnicas modernas.

Está científicamente reconocido por todos los expertos de todas las tendencias que, independientemente de que la Sábana haya sido o no utilizada para envolver el cuerpo de Cristo en el siglo I, se trata de un caso arqueológico único en el mundo. Hoy día el lienzo es estudiado por treinta disciplinas diferentes.

La teoría que explica mejor el origen de la imagen es la de una radiación no penetrante que se atenúa al pasar el aire y que disminuye con la distancia. En la tela, tratada con áloe y mirra, se imprimieron los rasgos del cuerpo como si se tratara de una plancha fotográfica. Esto explica su carácter tri-dimensional.

La radiación sobrenatural del momento de la resurrección puede ser la causa misteriosa de la impresión de la imagen del cuerpo en el lienzo. En ese caso se trata de la verdadera imagen de Cristo en el momento preciso que su cuerpo va a resucitar. Semejante radiación explicaría la dificultad de los científicos en descubrir su origen, ya que se trata de algo sobrenatural. También explica el fallido resultado de la prueba de carbono ya que esta no tomó en cuenta los efectos de la radiación en el lienzo.

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